Al igual que la miopía y la hipermetropía, el astigmatismo es un error refractivo, lo que significa que no es ni una enfermedad del ojo ni un problema de salud; simplemente es un problema del ojo a la hora de enfocar.
Tipos de astigmatismo
Existen tres tipos primarios de astigmatismo:
Astigmatismo miópico. Uno o ambos meridianos principales del ojo enfocan como miopes. Si ambos meridianos enfocan como miopes, lo hacen en diferente grado.
Astigmatismo Hipermetrópico. Uno o ambos meridianos principales enfocan como hipermétropes. Si ambos enfocan como hipermétropes, lo hacen en diferente grado.
Astigmatismo mixto. Un meridiano principal enfoca como miope, y el otro como hipermétrope.
¿Qué tan común es el astigmatismo?
A menudo el astigmatismo aparece a una edad temprana, por lo que es importante llevar a su niño a un examen ocular para evitar que tenga problemas de visión en la escuela por un astigmatismo no corregido.
Es posible que los niños no adviertan que su visión es borrosa, por lo que es necesario realizarles exámenes para detectar enfermedades visuales y que un especialista capacitado evalúe su visión en las edades e intervalos que se detallan a continuación.
- Durante el período neonatal
- En las consultas médicas de rutina hasta la edad escolar
- Durante los años escolares, cada año en la consulta de rutina con su especialista.
Los signos y síntomas del astigmatismo pueden incluir los siguientes:
- Visión borrosa o distorsionada.
- Fatiga ocular o molestia.
- Dolores de cabeza.
- Dificultad con la visión nocturna.
- Entrecerrar los ojos.
- Sugerencias para el cuidado de tus ojos
Hay cosas que puedes hacer para ayudar a mantener tus ojos sanos y asegurarte de que estás viendo lo mejor posible:
- Mantén una dieta saludable y equilibrada: Tu dieta debe incluir bastantes frutas y verduras, especialmente verduras amarillas y de hojas verdes. Comer pescado rico en ácidos grasos omega-3, como el salmón, el atún y el fletán (halibut), también puede beneficiar a los ojos.
- Mantenga un peso saludable: Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes. La diabetes te pone en mayor riesgo de contraer retinopatía diabética o glaucoma.
- Haz ejercicio regularmente: El ejercicio puede ayudar a prevenir o controlar la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto. Estas enfermedades pueden conducir a algunos problemas del ojo o de la visión. Por lo tanto, si haces ejercicio a menudo, puedes reducir el riesgo de tener estos problemas.
- Usa gafas de sol: La exposición al sol puede dañar los ojos y aumentar el riesgo de Terigio, cataratas y degeneración macular relacionada con la edad. Protege tus ojos con gafas de sol que bloqueen el 99 al 100 por ciento de la radiación UVA y UVB.
- Usa gafas protectoras: Para evitar lesiones oculares, tú necesitas protección para los ojos, por ejemplo, cuando juegas ciertos deportes, trabajas en fábricas o la construcción y haces reparaciones o proyectos en tu hogar.
- Evita fumar: Fumar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades de los ojos relacionadas con la edad, como la degeneración macular y cataratas; y puede dañar el nervio óptico.
- Conoce la historia clínica familiar: Algunas enfermedades oculares son hereditarias, por lo que es importante averiguar si alguien en tu familia las ha tenido. Esto puede ayudarte a determinar si estás en mayor riesgo de desarrollar alguna.
- Conoce tus otros factores de riesgo: A medida que envejeces, estás en mayor riesgo de desarrollar enfermedades y afecciones a los ojos relacionadas con la edad. Es importante conocer tus factores de riesgo ya que puedes reducirlos si cambias algunos hábitos.
- Si usas lentes de contacto, toma medidas para prevenir infecciones oculares: Lávate bien las manos antes de ponerte o quitarte los lentes de contacto. Sigue también las instrucciones sobre cómo limpiarlos correctamente y reemplácelos cuando sea necesario.
- Da a tus ojos un descanso: Si pasas mucho tiempo frente a un computador, puedes olvidarte de parpadear, lo que puede cansar a tus ojos. Para reducir la fatiga ocular, prueba la regla 20-20-20: Cada 20 minutos, desvía la vista unos 20 pies (unos seis metros) delante de ti por 20 segundos.